CRECE Comunidades Resilientes Ejidales y Conservación Ecosistémica
El marco regulatorio actual brinda una base para enfrentar los riesgos climáticos en la cuenca Valle de Bravo–Amanalco. Sin embargo, su efectividad depende de una puesta en marcha contextualizada, que considere las realidades locales y fomente la participación comunitaria.
La conservación de los ecosistemas y la participación de las comunidades rurales son clave para reducir la vulnerabilidad y asegurar una distribución equitativa de los beneficios ambientales.
El cambio climático ya afecta seriamente la biodiversidad y los ecosistemas de la cuenca, provocando sequías, lluvias atípicas y creando condiciones para incendios y pérdida de especies. Proteger la biodiversidad es esencial para mantener la resiliencia ecosistémica y humana frente a estos desafíos. Esta región, parte del sistema Cutzamala que abastece de agua a la Ciudad de México, enfrenta además una fuerte presión por la deforestación y la urbanización.
Ejidos participantes:
Ejido San Juan
Ejido Amanalco
Ejido Agua Bendita
Ejido San Lucas
Ejido San Bartolo
Ejido San Jerónimo
¡Únete al proyecto!
¿Cómo puedes ayudar?
Realiza un donativo a Procuenca
Proyecto impulsado por